El pasado viernes 12 de Diciembre, la Ludoteca celebró una velada muy especial y diferente abriendo sus puertas de 20:00 h. a 10:00 h. de la mañana del sábado.
27 niños vinieron esta “Noche mágica” a compartir con nosotros juegos, sonrisas, bocadillos, almohadas, y sueños.
Numerosas y curiosas anécdotas quedarán en el recuerdo de todos los que estuvimos allí:
Como por ejemplo, cuando a:
27 niños vinieron esta “Noche mágica” a compartir con nosotros juegos, sonrisas, bocadillos, almohadas, y sueños.
Numerosas y curiosas anécdotas quedarán en el recuerdo de todos los que estuvimos allí:
Como por ejemplo, cuando a:
- Alejandro (niño de 3 años) se le coló su muñeco triqui y su cojín dentro del saco y se despertó llorando en medio de la noche gritando:” mi cojín y mi triquiiiiii”.
- O cuando Débora (Ludotecaria) abandonó la sala verde porque las carcajadas de sus compañeros (las aves nocturnas) no le dejaban conciliar el sueño.
Por su puesto no faltaron a la cita los habituales escapes de gas (de niños y no tan niños) producidos por la copiosa cena.
Recibimos también la visita de nuestros amigos de la Policía Local para comprobar que todo marchaba correctamente. Esta visita tan agradecida por todos provocó algún sustillo entre los más peques.
Pero sin duda, el momento de desvestirnos para ponernos el pijama y encontrar un hueco libre donde colocar nuestro saco fue toda una aventura…
Recibimos también la visita de nuestros amigos de la Policía Local para comprobar que todo marchaba correctamente. Esta visita tan agradecida por todos provocó algún sustillo entre los más peques.
Pero sin duda, el momento de desvestirnos para ponernos el pijama y encontrar un hueco libre donde colocar nuestro saco fue toda una aventura…
Aquí podéis observar el resultado
- Jorge (4 años) se enfadó bastante con su pijama (mono) de dinosaurio porque no acertaba a ponérselo bien. Ya que metió una pierna por la manga, y el brazo por la pernera del pijama (mono), todo un conflicto difícil de resolver.
- Jorge (4 años) se enfadó bastante con su pijama (mono) de dinosaurio porque no acertaba a ponérselo bien. Ya que metió una pierna por la manga, y el brazo por la pernera del pijama (mono), todo un conflicto difícil de resolver.
- Alejandro J. (4 años) confundió su mochila y se puso un chándal 7 tallas más grandes que él (de Ricardo - 9 años). Con razón decía que esa camiseta no era la que llevaba puesta por la noche.
- Se creó tal ambiente de confianza y seguridad que hasta los niños más vergonzosos, se desnudaron por completo para ponerse el pijama sin importarles que sus compañeros estuvieran delante.
El momento más relajado llegó alrededor de las 00:00 h. cuando todos los niños dormían plácidamente y los monitores aprovecharon para cenar y relajarse del estrés “pensando en party”.
- Me gustaría agradecer a todo el equipo educativo que organizó esta velada, el esfuerzo, tiempo y entusiasmo empleados para preparar y realizar esta actividad, que se desarrolló satisfactoriamente y que encantó a familiares y niños.
Un saludo.
El momento más relajado llegó alrededor de las 00:00 h. cuando todos los niños dormían plácidamente y los monitores aprovecharon para cenar y relajarse del estrés “pensando en party”.
- Me gustaría agradecer a todo el equipo educativo que organizó esta velada, el esfuerzo, tiempo y entusiasmo empleados para preparar y realizar esta actividad, que se desarrolló satisfactoriamente y que encantó a familiares y niños.
Un saludo.